viernes, 29 de octubre de 2010

Es lindo también, aunque peligroso y triste a veces, saber cómo en un segundo, un instante, puede cambiar por completo una situación. Una palabra puede desmoronar todo un día o, todo lo contrario, remendar un agujero negro. Así como toma casi nulo tiempo el tirar una bomba que desmorone un edificio que tardó meses en construirse, un comentario o cualquier situación puede arruinarlo todo. Estoy escribiendo algo re genérico pero siempre me apasionó esa idea. El cómo no hay nada que resista al instante destructivo. Desde algo material hasta lo más intangible de la existencia del hombre. Son muchas más las situaciones en las que en un segundo se destruyen cosas que en las que en ese segundo se cambia todo para bien. Es muy jugado afirmar eso, más si uno se pone a pensar en todas esos momentos. No sé, tenía ganas de escribirlo (me costó reducir la cantidad de veces que usé la palabra 'situación').

3 comentarios:

MISION: Que se corte las pelotas! dijo...

Hoy estamos pensando cosas parecidas, mira mi blog. Yo tmb hable de una situación "desmoronadora" je
Lo mio fue mas grafico y exagerado, pero me referia a lo mismo

Un beso Juancito!

B.D.

unManú dijo...

Me parece que todo tiene que ver con las bases en lo que X cosa se sostenga. Es fácil derribar a patadas un edificio con cimientos hechos de madera. De la misma manera que es usual desestabilizar con dos silabas a una persona que carece de... bueno, estabilidad emocional o lo que fuera.

Si todo anda bien, si las cosas están bien hechas, si la vida es bien, entonces se necesita más que dos palabras o un paquete de C4 para volar todo al carajo.

Me gusta lo que escribís, te dejo 10 puntinets
Salu2!

Lolita dijo...

Hacia mucho que no entraba a este medio y mira con que entrada me encuentro, coincido muchas cosas de las que pensas Nach